lunes, 21 de noviembre de 2011

Qué hacer si te quedas sin trabajo



Image: graur codrin / FreeDigitalPhotos.net
Hoy, nadie está a salvo de este problema. Una persona puede tener una economía buena y perder su fuente de ingresos de la noche a la mañana. Llegado ese momento, ¿qué podemos hacer si nos encontramos en una situación como ésa? En AutoayudaEficaz te vamos a dar unos consejos que te serán muy útiles para ver tu nueva situación con los ojos de la oportunidad, en vez de los ojos del fracaso y la desesperación.

Muchas personas se sienten desorientadas cuando pierden su empleo, esto se debe a que antes dedicaban un determinado número de horas al trabajo, tenían una rutina diaria, una tranquilidad de saber que al final de mes tendrían su salario, etc. pero todo eso se esfuma para dejar en su lugar un vacío, una falta de rutina, y la sensación de que vamos a contrarreloj para poder pagar las facturas a tiempo. Éste estado, si no se supera, puede llevarnos a la sensación de inutilidad, de no saber qué camino escoger. Algunas personas se sumen en la tristeza y otras en la depresión, llegando a quedarse en casa por falta de motivación; estas personas han perdido la esperanza de encontrar un trabajo en un futuro próximo, y se limitan a esperar un mañana mejor. Lo malo es que esa actitud no lleva a ningún futuro prometedor.



No permitas que la falta de una rutina y actividad te paralice. Desde el mismo día en que se te notifique tu cese en la empresa, prepara un plan de acción; piensa en qué tiempo vas a dedicar a la búsqueda de empleo, a tu formación, y a un “plan B”.

Buscar un nuevo empleo debería ser tu actividad con prioridad, pero hay muchas formas de llevarla a cabo.  Te vamos a enseñar a buscar empleo de una forma muy eficaz.

Lo primero de todo es redactar un buen currículum; este debería incluir por orden, tu nombre, número de documento nacional de identidad, nacionalidad, indicar si estás soltero/a o casado/a y cuántos hijos tienes, dirección de tu residencia (incluyendo tu población, provincia o estado, y código postal, si lo tuviera) y dos teléfonos de contacto.

Después de los datos personales, debemos pasar a los estudios, formación y habilidades. Escribe tu titulación, el año en que empezaste a cursar tus estudios y el centro donde los realizaste; haz lo mismo con cada titulación. Si no tienes estudios terminados, no te preocupes de momento demasiado, simplemente no pongas nada, a las empresas les gusta y valoran la sinceridad.

Image: graur razvan ionut / FreeDigitalPhotos.net
Pasemos a la formación. Aquí entraría todo lo que son cursos extensos o breves, así como talleres en los que te hayan dado un certificado de asistencia, acreditando tus conocimientos; Estos cursos o talleres no son tan importantes como los estudios, pero sirven para acreditar conocimientos adicionales.

Por último, indica tus habilidades; esto son trabajos que se te den bien debido a la experiencia, como, por ejemplo, la informática, la cocina, el trato con los niños, la jardinería, la reparación de automóviles, etc. Como ves, son tareas que se pueden realizar profesionalmente, pero de las cuales no dispones titulación ni formación por parte de ningún centro. Esto les sirve a las empresas para saber cuánto te valoras y cuan dinámico/a eres.

Llegamos a un punto importante: la experiencia laboral. Indica primero la última empresa para la cual has trabajado, luego la función que desempeñabas, la fecha de comienzo y la fecha de cese y, por último, un teléfono en el que puedan pedir referencias tuyas (si la empresa no tiene buenas referencias tuyas, no apuntes el teléfono. También es bueno saber que apuntar teléfonos para referencias de tus empresas anteriores menos la última, da muy mala sensación. Si no puedes dar buenas referencias de ti en tu último trabajo, intenta ser ejemplar en tu futuro empleo para que puedan dar buenas referencias sobre ti). Repite la misma fórmula con cada empresa en la que trabajaste.

Por último, escribe al final una pequeña carta de presentación; no te extiendas mucho, con dos frases suele bastar. Puedes poner, por ejemplo: Desearía trabajar en su empresa [Nombre de la empresa] y poder ofrecerles mis servicios. Poseo entre otras cualidades, puntualidad, seriedad, responsabilidad y afán de superación (lo que pongas debe ser cierto, pues la empresa, si te contrata, estará muy atenta a tus cualidades).

Es importante que personalices cada currículum. Si lo entregas a un restaurante, poco le importará al dueño que hayas trabajado de jardinero. Indica sólo trabajos realizados que tengan que ver con la actividad de la empresa a la que dejas tu currículum. Lógicamente, si lo entregas en un restaurante y careces de experiencia en puestos similares, no pasa nada porque incluyas trabajos realizados en otros campos. Importante: no sobrecargues tu currículum con mucha experiencia laboral; con cuatro empresas que indiques será suficiente. En el momento de la entrevista puedes indicar que posees experiencia en otros campos.

Como te decíamos más arriba, otra actividad que debes tener en cuenta si te quedas sin empleo es tu formación y adquisición de nuevas habilidades certificadas. Para ello, realiza cursos gratuitos en los que, al finalizar, te den un certificado que acredite la realización del curso, así podrás ir aportando más valor a tu currículum.

Image: David Castillo Dominici / FreeDigitalPhotos.net
Si no pudiste terminar tus estudios de joven, puede que ahora sea un buen momento para terminarlos en la escuela de adultos. Algunos países subvencionan estos estudios básicos ofreciéndolos casi gratuitamente. A demás, en ocasiones es posible realizarlos en línea, a través de tu ordenador de casa y asistiendo sólo de manera presencial a los exámenes; esto facilita que si empiezas a trabajar en una empresa no tengas que dejar de estudiar, pues desde tu casa puedes decidir a qué horas estudiar online.

Otra tarea en la que debes estar ocupado/a es en la de empezar a preparar un “plan B”, por si el “plan A” falla. Está bien depender de una empresa que te pague un sueldo por tu trabajo realizado, pero también podrías averiguar qué necesitas para montar un pequeño negocio que no requiera de mucha inversión. En algunos países, el gobierno paga una parte de los gastos, ayudando así a las personas que quieren empezar su propio negocio.

Como ves, hay mucho trabajo por hacer si te quedas sin empleo. Lo importante es que no te dé la mala sensación de estar perdiendo el tiempo y no salir nunca del “bache”. Con los consejos que te hemos dado sentirás que vas hacia adelante, que no te quedas estancado/a, que creces día a día, y que cada semana que pasa tienes más posibilidades de reincorporarte al mundo laboral.

Mucho ánimo, tu puedes lograrlo, confiamos en ti.
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